Argentina produce comida para alimentar a 350.000.000 de personas, y sin embargo la malnutrición está a la orden del día en muchos parajes del interior. Las pancartas en las que se leía “tierra, trabajo, remates al carajo”, “por la soberanía de nuestros recursos naturales” o “Dr. K, Queremos solución a la deuda del Banco Nación”, llegaron por fin a la Plaza de Mayo, arropadas por una multitud de gente.
Allí, varios miembros del Ceibal nos unimos a la protesta, porque consideramos que está profundamente relacionado con el trabajo que realizamos desde el área de Ordenamiento Territorial. Asistieron a la cita Maria Eva, Florencia, Lucrecia, Neli, Joaquín y Blanca.Santiagueños en marcha
La delegación santiagueña viajó en medio de un ambiente amistoso, en un colectivo proveniente de Tucumán. Cada uno de los integrantes se sentía parte de ese momento histórico que se estaba produciendo. “Lo interesante es ver que la gente tiene voluntad de cambio. Miles de personas participan de la marcha, dejando todo para mostrar que estamos unidos, marcando el camino que queremos tomar –explica Rubén Ricardo Coronel, atamisqueño y representante de la mesa de agricultura familiar-. Hay buenos aires porque se ve que el mismo Gobierno está tomando iniciativas al respecto, pero son pocas, y somos nosotros los que tenemos que mostrar nuestros problemas”. Roxana Villareal, socia de la AFOVEPA (Asociación de Fomento Vecinal de Pequeños Productores Atamisqueños), comentaba que “me gustan mucho los discursos, son emocionantes”.
Desde el norte de Santiago también viajaron voces en la marcha hasta Buenos Aires. “Esta es la primera vez que vengo a un acto así y si hubiera más repetiría. Si estuviera frente a Kirchner le pediría que nos ayudara con nuestros títulos de tierra”, explicó Cristina Ruiz, revisadora de la UPPSAN Boquerón. Nelly Solorza, presidenta de la OCCAP, declaró: “Este es un momento para ver a toda Argentina unida, queremos que la nación siga siendo libre. Todas las provincias están avasalladas. Nos hemos puesto en pie y hemos dicho basta. No nos resignamos a perder nuestro destino, nuestra historia. Amamos a Santiago del Estero, por eso estamos aquí, para pedir que la tierra, el agua y el monte sean patrimonio de la humanidad, no sólo de los que tienen plata. Si se pudiera privatizar el oxígeno, ya lo habrían hecho. El problema de la tierra es tan simple y tan complicado como una decisión política”.Mientras la marcha llegaba a su destino, el presidente Kirchner visitaba Quimili, en la provincia de Santiago del Estero. “Esa visita presidencial resulta paradójica hoy–reflexiona Rubén Coronel desde el colectivo que está por entrar a Buenos Aires-. Va a visitar un lugar devastado, lleno de soja, donde la gente cada vez es más pobre. Los han corrido de sus tierras y los han llevado a un barrio en el que no van a poder trabajar en lo que venían haciendo.
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